Cuando extraemos una pieza dentaria se debe formar un coágulo que sera lo que protegerá el alveolo o lecho donde estaba ubicado la pieza dental. Este coagulo va madurando y sufriendo el proceso de cicatrización .
Si este coágulo se pierde, deja desnudas las paredes del hueso donde estaba alojada la pieza dentaria. Esto ocasiona dolor en la zona, mal olor y posible febrícula.. A esto le llamamos alveolitis seca y es una de las complicaciones más frecuentes tras una extracción.
Cuando esto sucede el alveolo cicatrizará pero con mayor lentitud. Es imprescindible la limpieza correcta de la zona durante ese período , irrigándolo cuidadosamente con suero salino o clorhexidina al 0,12% para eliminar posibles residuos que se puedan acumular en la zona, pudiendo ir acompañado de antibióticos y analgésicos para aliviar las molestias causadas por la infección.
Alerta a los paciente fumadores y mujeres con anticonceptivos, ya que son susceptibles de sufrir con mayor frecuencia la alveolitis seca.